Finalmente, Rolls-Royce ha presentado su crossover. Un modelo que deja, casi al completo, a todos sus rivales atrás. Su tecnología es de última generación procedente de BMW (propietaria de Rolls-Royce); el motor supera los 550 CV con bastante soltura; el confort es lo máximo de la categoría y el lujo es extremo. El Rolls-Royce Cullinan no es un SUV convencional. Es lo más excelso dentro del segmento.
El mercado SUV es el sector que mayor índice de crecimiento registra siendo un lugar casi obligado para los fabricantes. Sólo hay que echar la vista hacia marcas como Maserati, Porsche e incluso Lamborghini, para darse cuenta que nadie puede hacer la vista gorda con estos coches. Las ventas son demasiado elevadas para poder pasarlas por alto. De hecho, incluso Ferrari está preparando su propuesta para el segmento SUV.
Cada uno con su personalidad, destacan por una cosa u otra, aunque ninguno o casi ninguno, puede competir con el nuevo Rolls-Royce Cullinan. Sólo Bentley puede hacer sombra al que pretende ser, el SUV más lujoso y excelso jamás creado. Siendo un automóvil desarrollado y fabricado por Rolls-Royce, esta afirmación no está muy desencaminada, pues si algo caracteriza a esta marca británica, es el lujo de sus coches.
El Rolls-Royce Cullinan será con diferencia el SUV más caro del mundo, pero como todo el mundo sabe, la calidad se paga. La marca ha empleado los mejores materiales que se pueden comprar para su fabricación. Su carrocería se fabrica con los mejores metales, el chasis hace uso del mejor aluminio disponible y el habitáculo está cubierto al completo de cuero, madera y metales de primera calidad. El vulgar plástico no tiene lugar en un coche como éste.
La tecnología hace presencia incluso en apartados como la suspensión. De funcionamiento neumático, recibe la denominación de Magic Carpet Ride (si no sabes inglés, se podría traducir como ‘viajar en alfombra voladora’) y gracias a un sistema de gestión electrónico, ofrece posibilidades adaptativas en tiempo real. Es decir, según la información de diversos sensores y cámaras, el tarado de la suspensión se adapta a la carretera para lograr el máximo confort posible. Además, se eleva cerca de 54 centímetros a petición del conductor y desde su posición más baja, reduce cuatro centímetros para mejorar el acceso al habitáculo.
Habitáculo, por cierto, que se puede configurar de dos formas: asiento trasero de dos plazas o bien, una más convencional banqueta corrida. La segunda no necesita explicación, pero la opción de dos plazas individuales cuenta con un módulo central que esconde un hueco donde meter dos copas y una botella de cava, incorpora los mandos para la regulación eléctrica de los asientos y además, ofrece un cómodo apoyabrazos para ambas plazas. Para acceder a las mismas, independientemente de la opción elegida, se hace a través de un sistema de puertas suicidas (o apertura contraria) que garantiza la mejor entrada posible.
Para animar este opulento automóvil, que mide más de 5,3 metros de largo y alcanza los 2,16 de ancho, se recurre a un motor V12 de 6.750 centímetros cúbicos asistido por dos turbos. La potencia llega a los 571 CV y el par a nada menos que 850 Nm a sólo 1.800 rpm. El consumo homologado es de 15 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto y la velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
No hay precios anunciados para Europa, pero fuentes de la marca ‘arriesgaron’ un precio estimado de 284.000 euros de base. Se presentará en sociedad con motivo del Salón del Automóvil de París a finales de septiembre y entonces, se conocerán todos sus detalles.