¿Por qué suenan los frenos?

Un vehículo se compone de miles de piezas que ha sido diseñadas para trabajar como un todo. Por eso, cuando una de las piezas falla, por el motivo que sea, suele repercutir en otras. Por ejemplo, si la suspensión está ‘gastada’ o averiada, repercute en el desgaste de las ruedas y en el funcionamiento de los frenos. Si los neumáticos se desgastan, afecta a la suspensión y a los frenos. Y si los frenos se averían o sufren desgaste, afecta a los neumáticos y los frenos.

 

Este apartado, los frenos, es el que nos interesa pues vamos a comentar los motivos de un suceso que nos pasa a muchos: suenan al accionar el sistema. Es un efecto de algún pequeño problema que puede afectar incluso al desgaste de los neumáticos y a la comodidad de los pasajeros, sin contar los problemas de seguridad que puede acarrear obviamente.

Suenan los frenos

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Que el sistema de freno suene puede deberse a diversos motivos, desde la simple suciedad hasta un desgaste excesivo de las pastillas. Pero en otras ocasiones, los sonidos procedentes de los frenos son algo normal, pues debemos recordar que se trata de un sistema que trabaja por fricción y la fricción conlleva ruidos y en ocasiones, algunas vibraciones. Además, los sonidos desde el sistema de freno son resultado de vibraciones en algún otro punto del tren de rodaje, no de los frenos. Es un suceso curioso sujeto a leyes científicas (emiten vibraciones de alta frecuencia que el oído humano no puede captar).

 

Los motivos del sonido de los frenos pueden ser:

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  • Suciedad. Con el uso, las pastillas se desgastan y producen una ‘limadura’ que se acumula en las llantas y en las pinzas de los frenos, así como en la superficie del disco. También se puede generar suciedad por acumulación de polvo o arena, de partículas que se desprenden de la carretera o de otros vehículos. No hay que preocuparse porque desaparecen al poco tiempo.

 

  • Abuso del sistema. En la autoescuela nos enseñan a aprobar el examen, básicamente. La experiencia se acumula una vez fuera, en la jungla que supone la carretera. Esto suele provocar vicios como usar excesivamente los frenos que provoca diversos problemas, pero el más común es la cristalización de las pastillas, lo que produce chirridos especialmente altos y molestos. Además, muy posiblemente, se pierda capacidad de frenado con el consiguiente riesgo para la seguridad. Debería quitarse con el tiempo, pero lo mejor es ir al taller y que las cambien.

 

  • Pastillas desgastadas. Cuando se acaba el material de fricción de la pastilla y toca cambiar, es normal que suenen. Pero no suena la pastilla, sino otra serie de piezas porque las vibraciones son algo mayores. Debemos revisar el sistema de frenos por si es motivo de desgaste, aunque casi todos los coches modernos ya traen avisador en el cuadro de instrumentos.

 

  • Discos en mal estado. Los rotores, llamados discos por su forma, son una pieza metálica sobre la que presiona las pastillas una pinza. La fricción eleva muchísimo la temperatura y es posible que haya un desgaste irregular o incluso que se doblen los discos (se nota por pulsaciones en el pedal y vibraciones muy altas en el coche en general) en cualquier frenada por pequeña que sea. Que se doblen, aunque reduce la capacidad de frenado considerablemente, no provoca ningún sonido, pero un desgaste irregular sí. Además, tocará cambiar los discos.