El coche más caro del mundo. Una aseveración que hace alusión a un precio totalmente desorbitado. El sector del automóvil está sufriendo una burbuja especulativa que no parece tener fin, sobre todo el mercado de los coches clásicos y de colección. modelos de firmas míticas como Porsche, Aston Martin o Ferrari, se convierte automáticamente en fondos de inversión para las grandes fortunas. Incluso existen bancos en Alemania que recomiendan la inversión en este ámbito y ofrecen un gabinete de expertos en el tema para asesorar a los clientes.
Pero en ocasiones, se pierde el control y se alcanzan cifras realmente de locura, como el caso que nos ocupa. Durante la celebración del prestigioso Concours d’Elegance Pebble Beach, una famosa casa de subastas ha vendido el coche más caro del mundo, con mucho margen. Hasta el momento, el coche más caro del mundo era el Ferrari 250 GTO, un modelo que se fabricó en la década de los 60 en una tirada muy limitada, apenas 36 unidades, que lo ganaron todo en competición. O casi todo. Un hecho que les añade mucho valor. El precio de este automóvil estaba cerca de los 30 millones de euros. Absurdo a todas luces.
Sin embargo, ese precio se ha superado con creces hasta alcanzar los 41.620.000 euros. Un coleccionista ha sido capaz de pujar hasta una cifra astronómica con la que se podría adquirir casi cualquier cosa. El modelo en cuestión, por el que se ha pagado semejante cifra, vuelve a ser un Ferrari 250 GTO. Es el coche más deseado del mundo, un modelo que ha pasado de ser un automóvil de competición a un objeto de deseo por el cual, hay gente capaz de realizar casi cualquier cosa. Pero no es un ejemplar del 250 GTO cualquiera, sino la tercera unidad fabricada por Ferrari en 1962 que además, ha sufrido cambios como la adopción de una carrocería diseñada y fabricada por Giotto Bizarrini, un personaje muy conocido por aquel entonces y que añade valor a la unidad.
La historia de esta unidad contiene nombres como Phil Hill, Gianni Bulgari (famoso joyero) o su último propietario, quien lo ha vendido en esta ocasión, que es nada menos que el famoso informático Dr. Greg Whitten, jefe de Numerix y ex de Microsoft.
Hay que comentar, no obstante, que se trata del coche más caro del mundo vendido en subasta pública. Existen rumores sobre unidades vendidas en subastas privadas donde se han llegado a alcanzar los 60 millones de euros.