La Dirección General de Tráfico se ha propuesto bajar la siniestralidad al máximo de una forma u otra y pondrán en marcha una serie de medidas que, sin embargo, llegan con algo de polémica. Uno de los principales objetivos de la DGT es reducir la velocidad y las distracciones, con especial hincapié en el uso del teléfono móvil mientras se conduce.
Así, a partir de enero de 2019, más concretamente, a partir del día 2 de enero de 2019, entra en vigor una nueva normativa que penaliza fuertemente el uso del teléfono móvil al volante y reduce la velocidad en carreteras secundarias, como mayores cambios a tener en cuenta. Todavía falta la aprobación por el Consejo de Ministros, pero nadie duda de su puesta en marcha.
El primer paquete de medidas contempla bajar la velocidad en vías secundarias de 100 a 90 km/h. Las carreteras secundarias son las que más cuota de accidentes acumulan y la Dirección General de Tráfico, con Pere Navarro a la cabeza, quieren atajar esto a toda costa. La limitación afecta a carreteras con un único carril por sentido y sin desdoblar. Sólo en los tramos con separación física entre carriles se mantendrá los 100 km/h. Además, circular en estas carreteras a 111 km/h supone la pérdida de dos puntos del carnet y 300 euros de multa, cuando antes había que superar los 121 km/h.
Muchas asociaciones y usuarios se han quejado respecto a esta medida, pues dicen, tiene afán recaudatorio. Al mismo tiempo se afirma que no habría que criminalizar la velocidad, sino arreglar las carreteras (cuyo déficit de mantenimiento es muy grande) y mejorar la educación vial, apartados que ayudarían mucho más a reducir los siniestros y los muertos en accidentes. No obstante, las cifras de fallecidos en 2017 ascienden a 1.830, 150 fallecidos más que en 2013. Cifras que también son criticadas por ciertos sectores al no tener en cuenta el aumento de los desplazamientos por la mejoraría de la economía.
Un punto que, por otro lado, si está muy respaldado, es la penalización del uso del teléfono móvil al volante. Se ha demostrado que más de la mitad de los accidentes son provocados por despistes y falta de atención, muchas veces provocado por el uso del móvil al volante. Por ello, la DGT retirará, desde enero, 6 puntos del carnet, el doble que antes. De esta forma, conducir con el móvil en la mano se equipara a conducir borracho o drogado, a conducir de forma temeraria o a superar el más del 50% la velocidad máxima permitida. Es decir, es una sanción de las más graves.