Muchas veces, cuando pensamos en vender el coche, se nos pasan por alto algunas cosas que pueden hacer que nuestra oferta sea poco interesante. En general surge por pura costumbre, ya estamos acostumbrados a ello y no nos fijamos, pero en otras es porque la gente es un poco ‘dejada’ y piensa que no es para tanto. Pero cuando se trata de olores, lo mejor es evitarlos o eliminarlos, porque de eso va el tema en esta ocasión, de olores.
Seguro que alguna vez te has ido a subir en el coche de alguien y al abrir la puerta, le ha golpeado en la cara una ráfaga de olor poco agradable que ha provocado que te pienses dos veces si subirte en el. Cierto es que con el paso del tiempo el olor parece desaparecer, pero en realidad es que nuestro sentido del olfato se satura y dejamos de olerlo, pero sigue ahí. Esto, cuando no es tu coche importa poco, también puede ocurrir con tu coche si no tienes intención de venderlo, pero cuando lo ponemos a la venta, la cosa toma otra importancia; pocos compradores se quedarán un coche que huele mal a no ser que sea muy barato o sea, realmente, una unidad muy interesante por precio y características.
Como no sabemos el nivel de interés que puede tener un posible comprador en nuestro coche, lo mejor es evitar los olores desagradables, sobre todo si tenemos mascotas o fumamos dentro. Ninguno de estos olores es agradable y puede hacer que más de una persona se eche para atrás a la hora de comprar. Por ello, se nos ha ocurrido contaros algunas ideas para evitar que ocurran estas cosas y ya de paso, hacer que sea un punto a nuestro favor logrando un habitáculo agradable.
- Mascotas.
Los animales desprenden olores, como las personas. Pero el olor de los animales se impregna muy rápido en los tejidos de la tapicería con el paso del tiempo y puede resultar desagradable, sobre todo después de estar un buen rato al sol. Una forma muy sencilla de evitar estos olores es mantener a nuestra mascota limpia, un bañito de vez en cuando no hace daño a nadie, pero tendremos que limpiar otras cosas, como la cama, la manta o el colchón que use nuestro mascota, ya que estará impregnada de olores y la ducha no será eficaz.
Cepillarla con asiduidad también ayudará a evitar olores. Cuando la cepillamos, recogemos muchos de esos pelos que luego irá dejando por allí a donde vaya, lo que reduce también los olores en el habitáculo del coche al quedarse menos pelos en la tapicería. Otra cosa que puedes hacer es poner una manta, una toalla o cualquier otro trapo/tejido en los asientos o donde viaje la mascota para que no manche los asientos y así, tampoco dejaría exceso de olores.
- Fumadores.
Fumar mientras se conduce no es lo más indicado, puede ser peligroso por la distracción que supone en muchos casos, pero como no está prohibido hay mucha gente que lo hace y termina provocando que el habitáculo huela como un cenicero gigante. Es muy desagradable y no es fácil quitar ese olor de la tapicería, ni tampoco es fácil quitar las manchas que se quedan en algunas zonas como el techo por el humo.
De todas formas, puedes probar a dejar en el cenicero un poco de lavanda, una de las plantas más aromáticas que existen y que al quemarse, perfumara el habitáculo. La arena de gato también puede ser una buena opción para el cenicero, ya que suele ser absorbe olores y si elimina el olor de las necesidades del animal, el olor del tabaco será coser y cantar.
- Limpieza.
Para rematar estas ideas a la hora de eliminar olores, lo mejor es realizar una limpieza del habitáculo, pero como no siempre se puede y lleva algo de tiempo, vamos a dar una serie de consejos para una limpieza rápida y terminar por eliminar los olores.
Lo mejor es comenzar por una limpieza de la tapicería, que podríamos hacerla con detergente diluido en un poco de vinagre. Ese vinagre blanco también lo podemos mezclar con agua a partes iguales y aplicarlo con un pulverizador sobre las zonas a limpiar. Mucha gente te dirá de usar amoniaco y no es mala idea, no temas por el olor que ahora te diremos cómo continuar.
Una vez limpia la tapicería, podemos esparcir por la tapicería o por el suelo del habitáculo (o los dos sitios), hasta bajo los asientos un poco de bicarbonato y déjalo actuar un día. Se ‘comerá’ todos los olores que no hayan desaparecido, aunque luego habrá que recogerlo con una aspiradora. También puedes usar carbón activo que habrá quitado los olores en un par de días.