No es algo precisamente nuevo, pero gracias sobre todo a internet, el volante bimasa es un conocido de todos, o casi todos, los conductores españoles. Y no precisamente porque sea conocido ‘simpático’, sino más bien lo contrario. Como viene ocurriendo, por lo general, el volante bimasa sale a la luz cuando comienza a dar problemas y es cuando se comienza a acumular malas críticas.
Pero, ¿sabemos que es un volante bimasa?, ¿sabemos por qué da problemas? El volante bimasa es un elemento que une el motor con la caja de cambio a través del embrague (el disco del embrague apoya contra el volante cuando soltamos el pedal). Además, tiene como objetivo contrarrestar parte de las vibraciones que se producen con el funcionamiento del motor. Para ello, incluye un contrapeso, una masa, que genera unas inercias contrapuestas a las vibraciones y hace que se conozca a este elemento con el nombre de ‘volante de inercia’.
El volante bimasa, como su nombre indica, incluye dos contrapesos o masas. Son un elemento que se desarrolló junto al avance tecnológico y técnico de los motores, que ha permitido aumentar las prestaciones de los mismos pero al mismo tiempo, generar una serie de tensiones y esfuerzos que reducen la vida del embrague en exceso. El volante bimasa reduce ese desgaste prematuro y contrarresta el exceso de vibraciones y son muy comunes en motores diésel por su alto par a bajar revoluciones.
Cuando se realizan muchos kilómetros por zonas urbanas, con el motor a pocas revoluciones o se realiza una conducción agresiva, las piezas que componen el volante bimasa sufren mucho desgaste y obligan a su sustitución. Sabremos que ha llegado el momento cuando notemos un mayor nivel de vibraciones procedentes del motor, tanto al iniciar la marcha desde parado como circulando a bajas revoluciones (vibraciones desacompasadas). Otra forma de saber si nuestro volante bimasa está desgastado, es pisando el embrague con el coche detenido y el motor en marcha. Si las vibraciones se reducen o desaparecen, es necesario el cambio.
Se recomienda que con cada sustitución del embrague, se cambie también el volante bimasa.