En principio y sobre el papel, el habitáculo de un automóvil es igual de seguro sea cual sea el asiento ocupado. No obstante, en la práctica no se cumple al 100% por infinidad de variables. Se han realizado varios estudios al respecto, pero nadie parece ponerse de acuerdo y los expertos en seguridad en el automóvil tienen diferentes opiniones.
Siempre se ha dicho que el asiento más inseguro de un automóvil es el reservado al copiloto, ya que el conductor tiende a girar hacia la izquierda en caso de accidente para protegerse, y el golpe acaba sucediendo en la zona derecha frontal del coche. Esto, al mismo tiempo, hace que muchos expertos crean que el asiento más seguro es el colocado tras el conductor, al encontrarse más protegido de los golpes frontales y por la mencionada acción de quien lleva los mandos del vehículo.
El Instituto para la Seguridad en las Carreteras de Estados Unidos, IIHS por sus siglas en inglés, han publicado un informe donde se analizan 117 accidentes y afirman que los asientos más seguros son los delanteros. En los accidentes referenciados en el informe, una gran parte de los pasajeros traseros sufrieron las heridas de mayor consideración (quedaron gravemente heridos o fallecieron), mientras que las lesiones más comunes fueron en el tórax.
La institución americana atribuye estos sucesos a la carencia de airbags frontales y a que la mayor parte de los cinturones traseros no cuenta con tensores, que ayuda a adecuar la fuerza ejercida sobre los pasajeros que los usan.
Al contrario de la afirmación del IIHS, un estudio de Mapfre dice que los asientos más seguros son los traseros. En concreto, el asiento más seguro según la compañía española es el trasero central, pues en los coches laterales como en los frontales se encuentra más resguardado.
Lo único que podemos afirmar actualmente, es que tenemos la generación de automóviles más segura de toda la historia de esta máquina. Y la tendencia apunta a una mejora continua en este apartado.