Hoy es considerado como uno de los automóviles más importantes de la historia de la automoción, pero cuando apareció por primera vez, en la Alemania nazi, representó un proyecto encargado por el propio Hitler para motorizar a los ciudadanos alemanes cuyo desarrollo fue puesto a cargo de nada menos que Ferdinand Porsche. Y sí, tiene mucho que ver con la fábrica de deportivos pues es el padre de su fundador, Ferry Porsche. Hablamos del famoso Volkswagen Beetle, cuyo nombre al comienzo de sus días en 1938 fue KdF-Wagen y posteriormente Volkswasgen Type 1, ya en 1945.
La familia Porsche ha estado muy ligada al automóvil durante décadas, pues el propio Ferdinand colaboró con marcas como Audi (cuando era Auto Union) o Mercedes, además de crear sus propios proyectos por separado. Cuando diseñó el Volkswagen (literalmente: coche del pueblo), tenía el objetivo de crear un vehículo sencillo, fiable y muy versátil, aunque nada hizo presagiar el enorme éxito que tendría en todo el mundo. Se han vendido varios millones de unidades en diversas generaciones que ahora, en 2019 y tras haber ‘renacido’ en 1998 tras varios años sin estar en el mercado, abandona finalmente la línea de montaje para, en teoría, no volver jamás.
Volkswagen ha decidido poner punto y final a la historia de un coche que se ha convertido en un objeto de culto. Existen multitud de clubes y miles de fanáticos del Volkswagen Beetle en todo el mundo. Es una parte de la historia de este invento que siempre será recordada, aunque dejará su lugar a un nuevo SUV. El auge de este tipo de coches es tan elevada, que no es rentable mantener el Beetle en producción y sale más interesante crear un nuevo ‘Sport Utility Vehicle’ que acapare ventas en masa.
La primera edición del modelo, el original ‘Escarabajo’ (llamado así por las formas de su carrocería, que recuerdan a un coleóptero), vendió más de 21,5 millones de unidades en todo el mundo, con una producción que se detuvo en 1978 en gran parte del mundo menos en México, donde siguió montándose hasta pleno Siglo XXI con ligeros cambios. La segunda edición no llegó a vender tantísimas unidades, pero entre 1991 y 2010 (sumando unidades mexicanas y las correspondientes a la generación de 1998, conocido como New Beetle) alcanzó las 1,2 millones de unidades. De su última actualización, la actual, sólo se han comercializado medio millón de unidades.
Volkswagen ha anunciado que todos los recursos empleados para la fabricación del Beetle, incluyendo la planta de montaje mexicana, se dedicarán a la producción de un SUV compacto que se posicionará por debajo del Volkswagen Tiguan que se venderá en el mercado estadounidense.
Adiós al Volkswagen Beetle. Termina una parte importante y llena de anécdotas de la historia del automóvil.