La industria del automóvil es ciertamente volátil. Es asediada por modas y tendencias, por diferentes normativas y por tecnologías de toda índole. Cambios a los que deben amoldarse los fabricantes, algo que logran con mejor o peor tino.
Por ejemplo, hasta hace no mucho, hemos visto cómo la moda ‘retro’ se hacía muy patente en el sector del automóvil. Los fabricantes rescataban denominaciones antiguas, para adornar las traseras de algunos modelos mientras que, estéticamente, buscaban una reinterpretación del modelo del que provenía la denominación. Coches como el FIAT 500 o el Volkswagen Beetle son los mejores representantes de esta idea.
Sin embargo, ahora, mientras la electricidad empieza a coger fuerza, las normativas se hacen más exigentes y los SUV alcanzan uno de cada tres coches vendidos, se adopta una nueva moda: usar denominaciones con calado entre los aficionados, para coches que nada tienen que ver con ellos. Esto no quiere decir que sean malos, ni mucho menos, más bien es lo contrario gracias al avance en tecnología y fabricación. El caso es que a los fanáticos del automóvil no parece gustarles en exceso.
Uno de los fabricantes que han llevado a cabo esta acción ha sido Mitsubishi, que puso a la venta un SUV de tamaño medio llamado Eclipse Cross. El Mitsubishi Eclipse ‘original’ es un coupé de talante bastante deportivo, que se vendió en la década de los 80 (pincha para ver foto) y la década de los 90, así como mediados de los 2000 (pincha para ver foto). La firma japonesa lo que busca con esto es ganar imagen, peso en el mercado y aprovechar el tirón comercial de una denominación de fuerte calado entre los aficionados.
Se trata de un modelo que resulta interesante por tecnología o equipamiento, con un diseño atractivo y dentro de lo que se espera de un coche como este, pero no es el deportivo que los aficionados esperan. Sin embargo, no afecta a sus ventas ni a sus características, de las que podemos destacar su motor diésel de 148 CV y el gasolina de 163 CV.
Ford también se ha sumado a esta moda de aprovechar el tirón comercial de una denominación, para lanzar un nuevo modelo. Se trata del Ford Puma, cuya última generación ha llegado en forma de SUV de pequeño tamaño (foto principal), rival de los SEAT Arona o Renault Captur. El Ford Puma fue un pequeño coupé (pincha para ver foto) muy popular de los años 90, que tuvo como mayor rival en el mercado al Opel Tigra y, en menor medida, al Toyota Paseo.
Para la ocasión, Ford ha presentado un modelo de formas voluptuosas, hasta cierto punto deportivas, que harán del coche todo un éxito. Además, tiene un motor híbrido de 48 voltios con 155 CV muy interesante. No obstante, como ocurre con Mitsubishi, tampoco es un coupé y los fanáticos y puristas no les ha gustado nada.
Dentro de esta moda podemos destacar también al que lo empezó todo, el FIAT 500X, un SUV basado en el FIAT 500, que buscaba ampliar la gama del modelo más vendido de FIAT. Sin embargo, este coche si guarda mayor relación con el resto de la gama, pues estéticamente es fácil reconocer al FIAT 500.