Los Pick Up o camionetas, como las denominan en Estados Unidos, nunca han sido un tipo de vehículo especialmente popular en Europa. Sobre todo si lo comparamos con lo que se puede encontrar al otro lado del Atlántico, donde son legión y un éxito destacado. Sin ir más lejos uno de los coches más vendidos de la historia del automóvil es el Ford F-150.
El Ford F-150 (foto de cabecera) es un modelo que se vende únicamente en américa y ha superado las 30 millones de unidades vendidas desde que se pusiera por primera vez a la venta en la década de los 50. Es un vehículo que contrasta mucho con la oferta disponible en España donde el F-150 sería un modelo tremendamente grande y por eso, han preferido traer a Europa el Ford Ranger (justo debajo).
No obstante, la legislación siempre ha lastrado bastante los pick up con una normativa que poco o nada se ajustaba a la realidad. Y si, hablamos en pasado porque la DGT acaba de hacer públicos una serie de cambios que supondrán un espaldarazo importante a este tipo de modelos y a su previsible aumento de popularidad.
Hasta el momento, los pick up eran tratados en España como camiones de caja abierta, sin contar con una regulación específica. Como tiene una zona de carga abierta justo detrás del habitáculo, trataron a los pick up como camiones.
Ya no ocurrirá así y desde el próximo 7 de julio entrará en vigor la Instrucción 17/TV-97. Una modificación de la normativa que deja de tratar como camiones a los pick up en cuestiones de circulación. Por lo tanto, se suprime el límite de velocidad a 90 km/h y podrán circular como cualquier otro turismo. Este tipo de vehículos serán amparados por la normativa recogida en la Directiva 2007/46/CE del Parlamento Europeo y que establece que los pick up son ‘vehículos cuya masa máxima no es superior a los 3.500 kg, con habitáculo y zona de carga no situada en un mismo compartimento’.
De todas formas, los pick up seguirán siendo camiones a efectos de ITV o impuestos aplicados. Un apartado que debería ser estudiado tras ver las ventas de 2016 en España, cuando se llegaron a matricular 6.247 unidades. Son muy, muy pocas unidades, pero supone una subida del 22,6% respecto a 2015. Y todo apunta a que seguirá por ese camino con el lanzamiento de nuevos modelos por parte de fabricantes entre los que se encuentra incluso Mercedes.