Seguro que has visto en internet muchos anuncios en los cuales salen fotos de coches usados a la venta sucios y con algún roce que otro. Es algo normal, el propio uso puede hacer que por descuido terminemos rozando el paragolpes, nos arañen el coche estando aparcado o que hasta la falta de tiempo no nos deje limpiar y mantener el coche como se debería, no pensemos que por ello estamos maltratando el coche, simplemente son cosas que pasan.
Lo que no se debería hacer es dejar que todo eso vaya a más ya que luego las reparaciones pueden ser costosas, pero además, si queremos venderlo, el posible comprador tendrá ante sí un coche cuyo aspecto denota dejadez e inspira poca confianza, lo que termina provocando que no se interese por nuestro coche a no ser que su precio sea especialmente atractivo, o dicho de otra manera, especialmente bajo.
Aunque quizá sea para muchos una nimiedad, un coche sin golpes significan un coche cuidado, no pasa nada si tenemos roces, sobre todo si son pequeños, pero lo que de verdad cambia por completo la percepción del interesado en ver nuestro coche es una limpieza. No importan los roces o los posibles desperfectos siempre y cuando sean lógicos de su uso, si el coche esta limpio su imagen cambia por completo y tener el coche limpio no es precisamente un problema.
No nos centremos únicamente en limpiarlo por fuera, un interior sucio y descuidado es mucho peor que una carrocería con daños y sucia, ten en cuenta que es el lugar donde iras metido cada vez que cojas el coche y si está en mal estado la sensación puede ser hasta desagradable. Además, una limpieza total del coche relativamente profunda no suele costar más de 20 euros, eso sin contar con una limpieza profesional de la tapicería, entonces el coste sube, pero el resultado es como si el coche fuera nuevo.
Puedes lavarlo tú a mano sin problemas, llevando el coche a un punto de lavado pero siguiendo unas pautas para no dañar la pintura. Por ejemplo, si el coche tiene mucha suciedad no se debe meter directamente a los rodillos pues te arañan la pintura, tendrás que pasarte por las típicas lanzas para darle un repaso antes, no hace falta que te esmeres demasiado, con quitar lo ‘más gordo’ es suficiente (sin abrillantas ni aclarar) y sólo te costará un euros y cinco minutos de tu vida. Después de esto ya podemos pasar al rodillo. De hecho, es aconsejable hacerlo siempre que vayamos a entrar en rodillos a lavar el coche.
En el caso del habitáculo una aspiradora y un cepillo hacen milagros y para los plásticos del salpicadero un paño húmedo es suficiente. Si tenemos productos que eviten que se adhiera el polvo mucho mejor y no olvidemos un poco de ambientador. Los cristales, esos elementos transparentes que nos permiten mirar hacia afuera también hay que lavarlos, aunque mucha gente se olvide de ellos.
Todo esto son cosa fáciles que tú mismo puedes hacer por un coste bajísimo, logrando que tu coche tenga una mejor imagen y vender mi coche sea mucho más fácil.