Uno de los principales enemigos para la industria del automóvil actualmente, es la contaminación. Las normativas se recrudecen cada año, los gobiernos potencian el uso de vehículos eficientes y poco contaminantes y la tecnología híbrida es más popular cada día que pasa.
Pero claro, son millones de vehículos de todo tipo y condición los que circulan, ininterrumpidamente, por las carreteras de todo el mundo. Una situación que como cabe esperar, complica mucho las cosas, principalmente en regiones como Estados Unidos o China.
Se puede decir que en tierras americanas todo está bastante controlado. Su normativa de homologación es relativamente estricta para ciertos apartados, los diésel no tienen tanta acogida como en Europa, los motores de gasolina no están tan ‘exprimidos’ como aquí (se evita formación de partículas) y los motores alternativos como los híbridos o los eléctricos son mucho más populares que en Europa.
Pero mercados como China, con un crecimiento enorme y con una densidad de población brutal, todo es muy diferente. Sus grandes ciudades son de las más contaminadas del mundo y el gobierno del país está tomando medidas casi urgentes para paliar la situación. Los resultados no son instantáneos, pero ya hay cosas que se están dejando notar.
Como muchos otros países, tienen entre los objetivos impulsar el uso del coche eléctrico, una idea que han empezado a potenciar con una nueva normativa que está afectando a los coches de poca tirada, como los superdeportivos, que han visto casi paralizada su comercialización en China. Estos coches, por su corta producción, se han visto exentos de una de las pruebas de homologación al recorrer, teóricamente, sólo 5.000 km anuales de media.
Esta nueva exigencia tiene a marcas como McLaren, Morgan o Lamborghini totalmente paradas y sin poder entregas los coches a sus propietarios ya que se ven obligados a demostrar, a partir de ya mismo, las emisiones de sus coches tras 160.000 kilómetros. Homologación que será cumplida sin mucha demora pues China es un mercado capaz de vender tres millones de unidades anuales y con un 10% de la población con ingresos millonarios.
Todo esto no afecta directamente a Europa, aunque sí a muchas marcas, así por un lado podemos estar tranquilos. De todas formas, supone un claro ejemplo de por dónde podrían ir las próximas decisiones por parte de las administraciones. No obstante, el aire de China está mucho peor que el europeo.
Ya lo comentamos una vez, el coche híbrido es el siguiente paso hacia las cero emisiones y los fabricantes de superdeportivos tendrán que adaptarse les guste o no.