Se acerca el verano y seguro que ya está la ropa de verano camino de ocupar al completo los armarios de la gente y entre los pantalones cortos y las camisetas, seguro que muchos tenéis guardadas las chanclas y las sandalias, calzado que muchos usan casi en el día a día durante el buen tiempo. Calzado que usan incluso para conducir, algo que puede ser más peligroso de lo que parece e incluso un motivo de multa.
Otro de los calzados que se suele usar, aunque en este caso durante todo el año, son los zapatos de tacón. No podemos negar que a los hombres nos encanta ver a las mujeres con zapatos de tacón, pero lo que no nos gusta es verlas conducir con ellos, pues son tan peligroso como las sandalias.
Cuando nos disponemos a conducir, es importante tener el pie bien sujeto y que en ningún momento pueda resbalar o moverse mientras acciona los pedales de un coche, pues hay que recordar que son los pedales los que nos sirven para hacer avanzar al coche o para frenar. Los tacones por ejemplo, debido a la forma de los mismos y por ende, al de la suela, obligan a llevar el pie en una posición poco adecuada par accionar los pedales cómodamente, además que su apoyo sobre el suelo no es precisamente el más estable.
En cuanto a las sandalias y chanclas, calzado comodísimo en verano, dejan el pie muy suelto, ‘baila’ dentro del calzado y por lo tanto, no supone sujeción segura para accionar los pedales. En la imagen de arriba aparece una situación que puede parecer exagerada, pero nada más lejos de la realidad. Además, las sandalias se pueden enganchar en el pedal provocando mayor incomodidad y por lo tanto, una utilización de los pedales inadecuada. Pero si esto no te parece suficiente, según el artículo 17 del Reglamento General de Circulación (Real Decreto 1428/2003 de 21 de noviembre), una agente de policía podría multarte si te encuentra conduciendo con sandalias o chanclas.
No tendrás multa si conduces con tacones, pero la DGT no es partidaria de usarlos al conducir. Lo mejor es llevar unas zapatillas de repuesto en el maletero y cambiarnos el calzado cuando vayamos a conducir, solamente nos llevara cinco míseros minutos y circularemos más seguros.