Una de las multas más comunes en casi toda la geografía europea, es el exceso de velocidad. Todos los países tienen sus propios límites en las carreteras con los que se busca reducir accidentes. El límite europeo suele variar entre los 110 y los 130 km/h, a excepción de Alemania y sus famosos autobahn, donde el límite de velocidad es variable pudiendo ser totalmente inexistente.
A pesar de ser causante de muchos accidentes, la velocidad elevada es común en las carreteras y las multas, según el exceso, el país y alguna que otra variable, pueden ser muy caras incluyendo la retirada de carnet. Pero no parece ser motivo suficiente para que los conductores cumplan con esos límites y los responsables buscan maneras de atajar estos problemas de forma, en ocasiones, bastante original.
Este es el caso de Estonia, donde un 15% de sus conductores recibe alguna multa por exceso de velocidad a lo largo del año. Para que esto deje de ocurrir, el gobierno ha puesto en marcha una serie de acciones que, en lugar de penalizar económicamente al conductor, lo hará en tiempo.
Funciona de la siguiente manera: cuando un radar capta un vehículo con exceso de velocidad, la policía lo detiene, le comunica la infracción y le da dos opciones: una es pagar la multa como se ha hecho siempre o bien, puede decantarse por un estacionamiento forzoso que dura entre 45 y 60 minutos. Es decir, aparcas el coche y no podrás conducir durante los 45 o 60 minutos siguientes.
Puede parecer una medida ridícula, pero tiene su lógica, ya que vas a perder más tiempo del que ganas yendo deprisa y al final, no resulta interesante sobrepasar los límites. Y parece que está funcionando, según un portavoz de la policía local:
«Estamos recopilando información sobre cómo se perciben las multas y el impacto de la pérdida de tiempo. Sabemos por las entrevistas con los conductores que algunas personas consideran más efectivo tener una conversación con un agente que una multa en sí misma».
Esta iniciativa nace de un proyecto de innovación gubernamental para todo el territorio de Estonia. La gestión del tráfico, un problema que sufren todos los países por el elevado número de vehículos que circulan por las carreteras y los riesgos inherentes a ellos, es una de las áreas que más iniciativas ha recibido. Entre ellas, la entrega por parte de la policía de una tarjeta sobre donación de órganos a los conductores.
¿Funcionaría una medida así en España? En nuestro país son muy comunes los excesos de velocidad, quizá estar parados durante una hora por correr más de la cuenta sea más efectivo que tener que pagar una multa, por muy elevada que sea.