Actualmente estamos acostumbrados a tener toda clase de inventos y aparatos que nos ayudan en mil y una cosas. Muchos de ellos, en ocasiones, pueden resultar casi vitales para muchas personas. Pero por norma general no se les da la importancia que merecen, como en el caso del automóvil. ¿Cuántas veces has visto un coche por la calle que sea a cachos? ¿Sabes lo peligroso que puede ser?
Un automóvil es una máquina compuesto por infinidad de piezas. Seguro que nunca te has preguntado cuántas piezas tiene un coche, pero te podemos asegurar que te sorprenderá cuando lo sepas porque son, y sin exagerar, miles. No se puede dar una cifra exacta porque cada coche requiere un número distinto de componentes, según diseño, tecnología y objetivo del vehículo.
SEAT, por ejemplo, en una de las muchas notas de prensa que emite al año, comentó una vez cuántas piezas puede tener un coche.
“Un coche está formado por unas 4.000 piezas procedentes de casi un centenar de proveedores de distintos países. Se trata de un complejo puzle que el departamento de Técnica de Medición se encarga de encajar a la perfección”
Miles de piezas que deben funcionar en conjunto, sin errores. Un fallo en un componente supone que otra no haga su función correctamente. La unión de cada una de las piezas que compone un coche son analizadas y montadas con márgenes de una décimas de milímetro. ¿No te haces una idea de lo preciso y meticuloso del trabajo? Una décima de milímetros es, aproximadamente, el grosor de un folio de papel.