Posiblemente te hayas fijado que cuando ponemos el móvil a cargar en el coche, o bien no carga o lo hace muy, muy lento. Muchas ocasiones, los puertos USB del coche sirven para poco más que mantener la carga o evitar, simplemente, que se apague nuestro teléfono. Pero, ¿por qué?
Bien, lo primero que debemos saber es que los puertos USB que los fabricantes usan en sus coches, son las versiones más básicas de estos sistemas de conexión. Estamos hablando de tomas USB 1.0 ó 2.0 a lo máximo, suficientes para escuchar música y algunas otras funciones, pero poco más, pues soportan intensidades de unos 500 miliamperios.