En España, la cultura y conocimientos en torno al automóvil es limitada. Se puede apreciar en cada carretera y a cualquier hora: conductores que no indican sus movimientos con los intermitentes, no se frena ante una luz ámbar, los retrovisores van mal colocados, el sistema de iluminación no está bien regulado, se adquieren componentes de calidad justa, no se respeta los tiempos de mantenimiento.. y además, no se circula correctamente existiendo el llamado síndrome del carril izquierdo.
Ya se habló sobre adelantar por la derecha y se mencionó este problema, pero no nos centramos en qué consiste ni porqué sucede. El síndrome del carril izquierdo es, básicamente, circular por autopista usando uno de los carriles situados más a la izquierda, dejando el derecho vacío. Es una acción ilegal y problemática, ya que se corta, literalmente, el paso por el carril derecho.
El reglamento dice que se debe circular siempre por el carril más a la derecha y que para adelantar, sólo se puede hacer por la izquierda. Si tenemos un vehículo circulando por el carril central, nos veremos obligados a desplazarnos dos carriles hacia la izquierda (hasta el que ocupa el vehículo y luego hasta el siguiente para adelantar) porque no podemos seguir avanzando por la derecha. Dicha maniobra, como todo adelantamiento, supone un riesgo que no tenemos porque asumir, pero que nos vemos obligados a ello porque otro vehículo circula mal.
Uno de los principales problemas que puede achacarse, es el nombre que se da al carril derecho en autoescuelas: carril lento. Con este nombre, muchos conductores se piensan que sólo es para vehículos lentos y, obviamente, ellos no son lentos (aunque circulen muy por debajo del máximo de la vía). Otro de los motivos puede ser la confusión. Cuando se circula por poblado, se puede usar cualquier carril siempre que sea el más conveniente a nuestro destino y muchos conductores aplican esta norma en carretera, algo que no es correcto. También existe el “yo voy más a gusto por aquí” sin tener en consideración a los demás o, directamente, que no apetece estar cambiando de carril y se mantiene el mismo continuamente.
