Cargar un coche eléctrico. Los coches eléctricos representan el futuro de la movilidad. Será una movilidad sin emisiones, limpia y además, fácil de controlar y muy, muy confortable. Pero todavía queda mucho para que se logre llegar hasta ese punto y, en estos momentos, lo que más preocupa cuando se piensa en un automóvil eléctrico son sus tiempos de carga.
Actualmente, la tecnología de almacenamiento de electricidad no está desarrollada al 100% y además de tener poca capacidad, requiere de cierto tiempo para cargar. Esto, en ocasiones, puede ser un problema por falta de infraestructura y además, por ser muy lenta.
El tiempo medio de carga para un coche eléctrico moderno ronda las cinco horas. Si lo comparamos con el llenado de un depósito de combustible tradicional, vemos que la diferencia de tiempo es tan abismal que los coches eléctricos no presentan actualmente una opción real frente al combustible fósil.
No obstante, la evolución sigue su curso y se están logrando tiempos bastante cortos. Si tenemos la oportunidad de instalar un cargador semi-rápido tipo Wallbox, los tiempos de carga rondarán entre la hora y media y las tres horas. Si por el contrario, tenemos la suerte de poder usar cargadores rápidos, de 43 kW en adelante, la carga podría durar sólo 30 minutos.
Existe otra opción, aunque no todos los coches eléctricos la soportan y de ser el caso, supondría un enorme peligro emplearla. Hablamos de cargas ultrarápidas, a potencias por encima de los 200 kW. Este tipo de carga permite obtener el 80% de la carga en una media de sólo 10 minutos.
Es un tipo de carga que genera muchísimo calor y una batería que no soporte esta potencia podría salir ardiendo e incluso explotar.