Es importante destacar entre todos los anuncios de internet que venden coches usados, cuanto más destaquemos más posibilidades tendremos de vender el coche rápidamente al recibir el mencionado anuncio más visitas. Hay muchas formas de destacar y hemos visto algunas aquí como hacer unas buenas fotos del coche, pero podemos seguir trabajando en ello y además, de una forma muy barata.
Ya hemos dicho que el aspecto es muy importante, la primera impresión será clave para que el posible comprador se interese por el coche y muchas veces, un simple lavado, por muy en profundidad que se haga, no es suficiente. Las pinturas muchas veces pierden el lustro con el paso del tiempo, dejando de brillar, se vuelven mate y opacas y el coche adopta una imagen más pobre de lo que nos gustaría. También afean la carrocería los arañazos superficiales, aunque el proceso que vamos a ver los elimina por el camino.
Actualmente las pinturas son más resistentes que hace años, la evolución de la calidad en los materiales se deja notar en todos los apartado, pero no impide que siempre terminen deteriorándose por efecto de las inclemencias del tiempo, el sol o los excrementos de pájaros, que dejan la pintura realmente y de una forma sorprendentemente rápida. Hay ocasiones que incluso una gotera localizada justo en nuestra plaza de garaje acaba con la pintura ‘gota a gota’ dejando una marca allá donde caen repetidas veces.
Lo mejor para mantener el aspecto de la carrocería es prevenir todas estas cosas, lavando también el coche con frecuencia evitando dentro de lo posible dejar el coche al sol todos los días ni bajo árboles, que son una fuente de excrementos de pájaros enorme. Pero como no siempre se puede hacer estas cosas por mil y un motivos, vamos a contarte cómo devolverle el lustre a la carrocería de forma sencilla y barata, aunque habrá que mancharse las manos.
Te lo dirán en cualquier taller de pintura y todos los amigos que tengas aficionados al automóvil: para devolverle el aspecto a la pintura y eliminar de paso arañazos superficiales, sacando nuevo brillo, hay que pulir. Esto por norma general lo haría un taller especializado que dispone de herramientas especiales para estos menesteres y materiales que logran un resultado tremendo. Pero claro, cuesta dinero que quizá no se quiera gastar o no se pueda, así vamos a hacerlo nosotros mismos.
Antes de ponernos manos a la obra tenemos que preparar los materiales que vamos a utilizar, siendo el polish el más importante de todos. Se trata de un producto de aspecto cremoso, espeso, que contiene compuestos microabrasivos que son los encargados de eliminar los imperfecciones y microarañazos.
Vamos a ver algunas cosas específicas para el proceso.
- Materiales. Para pulir la carrocería necesitamos una serie de productos lógicamente. Primero agua y jabón, imprescindibles. Sirve cualquier jabón. Luego tenemos tres tipos de polish: para pintura muy deteriorada, para pintura menos deteriorada y para el acabado final. También necesitamos un aplicador o esponja de doble cara y un paño de microfibra.
- Limpiar la superficie. Tras preparar los productos procedemos a limpiar la superficie a tratar con el agua y el jabón lógicamente, pudiendo usar un paño para ‘descontaminar’ como dicen en los talleres y retirar posible suciedad adicional tras la limpieza.
- Aplicar el producto. Hay que extender el polish por la carrocería usando la esponja y con movimientos longitudinales. Se comienza con poca presión, que habrá que ir aumentando según se extienda el producto. Hay que observar la evolución de la pintura y se puede repetir tantas veces queramos hasta que finalmente, el barniz desaparezca y tengamos que volver a aplicarlo.
- Eliminar los restos. Con el paño de microfibras se limpian los posibles restos de pulimento de manera cuidadosa, repasando toda la carrocería y observando bien como ha quedado el trabajo.
- Tratamiento final. Podemos aplicar el polish para el acabado final que lo deje todo mucho más fino, con un aspecto reluciente.