¿Es buena idea comprar un coche con etiqueta C?

La etiqueta C es una clasificación ambiental creada por la Dirección General de Tráfico (DGT) en España para identificar vehículos que cumplen con las normativas europeas de emisiones.

Al llevar esta etiqueta, los vehículos tienen ciertos beneficios en el acceso a áreas restringidas en las ciudades y pueden estar sujetos a ventajas fiscales en algunos municipios. Desde Yamovil queremos aclarar la clásica duda de si es buena idea comprar o no un automóvil con la pegatina C.

Conocer las etiquetas ambientales a la hora de comprar un vehículo es muy importante, tanto en vehículos nuevos como en coches de segunda mano con etiqueta C en un mercado que está en constante evolución hacia la sostenibilidad.

Además de reflejar el impacto ambiental del vehículo, las etiquetas también determinan su futuro uso en las ciudades, acceso a zonas de bajas emisiones (ZBE), e incluso posibles restricciones de circulación. 

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Gasolinera con vehículo con pegatina C

¿Qué significa tener una etiqueta C?

Tener una etiqueta C en un vehículo implica que cumple con ciertos estándares de emisiones establecidos por la normativa europea, específicamente Euro 4 para vehículos de gasolina y Euro 6 para diésel. Esto significa que, aunque no son los más limpios del mercado, estos vehículos emiten niveles de contaminantes aceptables dentro de las regulaciones actuales. 

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La etiqueta C es una pegatina verde que se coloca en el parabrisas del coche y permite identificar rápidamente su clasificación ambiental. Y los tipos de vehículos que reciben la etiqueta C incluyen turismos y furgonetas ligeras que utilizan motores de combustión interna relativamente modernos y eficientes, aunque no tan avanzados como los que llevan la etiqueta ECO o CERO emisiones. 

Beneficios de comprar un coche con etiqueta C

Entre las ventajas de tener un coche con etiqueta C se encuentran el acceso permitido a la mayoría de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades, aunque con limitaciones que pueden variar según la ciudad y la hora del día.

Estos vehículos también suelen tener beneficios fiscales, como descuentos en ciertos impuestos locales o en el estacionamiento regulado en algunas áreas urbanas. No obstante, es importante señalar que estos beneficios pueden no ser tan significativos como los otorgados a vehículos con etiquetas ECO o CERO, que tienen mayores ventajas en términos de acceso y costos.

Otra ventaja es que los vehículos con etiqueta C son generalmente más asequibles que los híbridos o eléctricos, lo que los convierte en una opción interesante para aquellos que buscan un coche con mejores credenciales ambientales sin la inversión más alta que requieren las tecnologías más avanzadas. 

Hombre carga gasolina en coche de etiqueta C

Desventajas de los coches con etiqueta C

A pesar de las ventajas descritas, y a medida que las normativas evolucionan y las ciudades endurecen sus políticas de acceso en función de las emisiones, la etiqueta C puede no ofrecer el mismo nivel de libertad en el futuro, y esto es importante considerarlo en la decisión de compra.

Una de las principales preocupaciones es la limitación en el acceso futuro debido a posibles cambios en las normativas ambientales. Esto podría incluir prohibiciones para circular en ciertas áreas urbanas en días con alta contaminación o durante eventos especiales, reduciendo la conveniencia de estos vehículos en entornos urbanos.

Además, y en comparación con las etiquetas más ecológicas, como la ECO y la CERO, los coches con etiqueta C se quedan cortos en términos de beneficios y ventajas. Otra desventaja importante de los coches con etiqueta C es su depreciación en el mercado de segunda mano.

Cuanto más estrictas son las políticas ambientales, los consumidores se inclinan por opciones más sostenibles, y la demanda de vehículos con etiqueta C podría disminuir, afectando negativamente su valor de reventa.

Los compradores deben evaluar cuidadosamente sus necesidades futuras y considerar la posible obsolescencia de estos vehículos.

Fiat Tipo con etiqueta C negro

Comparación con otras alternativas

Cuando comparamos la etiqueta C con otras alternativas disponibles en el mercado, como las etiquetas ECO y CERO, encontramos diferencias que afectan tanto al uso diario como a la valoración futura de estos vehículos. 

  • La etiqueta C identifica a vehículos que cumplen con las normativas de emisiones Euro 4 para gasolina y Euro 6 para diésel. A pesar de ser relativamente modernos, siguen siendo motores de combustión interna sin las tecnologías híbridas o eléctricas que caracterizan a los vehículos con etiquetas más ecológicas.
  • La etiqueta ECO se asigna a vehículos híbridos, híbridos enchufables con autonomía limitada en modo eléctrico, y aquellos propulsados por gas (GLP o GNC).
    Estos coches ofrecen un mejor equilibrio entre sostenibilidad y costo operativo, reduciendo significativamente las emisiones respecto a los vehículos con etiqueta C.
  • Los vehículos con la etiqueta CERO representan la opción más limpia y avanzada en términos de sostenibilidad, e incluyen coches 100% eléctricos y algunos híbridos enchufables con una amplia autonomía en modo eléctrico.

Los vehículos con etiqueta C, aunque aceptables hoy, podrían quedar rápidamente desfasados según se amplíen las restricciones de los vehículos de combustión interna en las ciudades.

Lateral de BMW Serie 5 con etiqueta C

¿Es aún rentable comprar un coche con etiqueta C de segunda mano?

Para aquellos que buscan una opción económica y que cumpla con las normativas ambientales mínimas, un coche con etiqueta C puede ser una alternativa viable. Pero si tu prioridad es la sostenibilidad a largo plazo y el acceso sin restricciones a las zonas de bajas emisiones, las opciones con etiquetas ECO o CERO son claramente superiores.

Una reflexión sobre si la etiqueta C es la mejor opción, actualmente dependerá en gran medida de para qué se va a usar el vehículo.

Si se trata de viajes predominantemente urbanos, con frecuentes desplazamientos en áreas donde las restricciones son estrictas, un vehículo con etiqueta C puede no ser la mejor inversión a largo plazo.

Por otro lado, para quienes tienen un presupuesto más ajustado y no necesitan acceso frecuente a las áreas más reguladas, un coche con etiqueta C puede ofrecer una solución temporal razonable.

La recomendación sería optar por vehículos con etiquetas más avanzadas si el presupuesto y las circunstancias lo permiten. La diferencia en el costo inicial podría compensarse rápidamente con los ahorros en impuestos, combustible, y la flexibilidad de utilización.

Sin embargo, si la compra se centra en un empleo limitado y fuera de las áreas con mayores restricciones, un coche con etiqueta C puede seguir siendo una opción aceptable. 

Mujer celebra la compra de un coche con pegatina C

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Por todas estas razones, a día de hoy, aún es rentable y recomendable comprar un vehículo con la pegatina C de ocasión. En Yamovil disponemos de un extenso catálogo en nuestro concesionario de Madrid.

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