A todos nos ha pasado, que durante el continuado uso del coche, van apareciendo pequeñas marcas, arañazos de pequeño calibre que terminan por afear el aspecto del coche. Eso no quiere decir que estemos tratando mal el vehículo, para nada, pero ya se sabe lo que ocurre, en ocasiones son los anillos de la mano, otras veces rozan las llaves, el típico golpe de la puerta al abrirla en un parking, posibles ramas y arbustos que nos encontremos por el camino… mil situaciones que terminan por dejar marca en la carrocería.
Estas cosas a la hora de vender el coche quedan un poco feas, parece que nos hemos tomado el mantenimiento o el buen trato del coche un poco a la torera, que mientras que nos llevará de un lugar a otro nos valía, aunque no sea realmente el caso. De todas formas, hay algunos arañazos que podemos reparar sin necesidad de ir a un taller o de dar un parte al seguro, haciéndolo en la puerta de nuestra propia casa o en alguna parada de servicio cuando vayamos a limpiar el coche.
No se pueden reparar todos los arañazos lógicamente, habrá ciertos de ellos que han llegado a la pintura y son muy profundos, necesitando que un profesional se haga cargo de ello, porque el 90% de los arañazos ni siquiera llegan a la pintura, ¿a que no lo sabías?. Lo normal es que se queden solo en la capa de laca protectora que se aplica encima de la pintura y esos arañazos son relativamente fáciles de eliminar. Y decimos relativamente, porque algunos pueden requerir cierta maña y conocimientos.
Así que antes de ponernos mano a la obra, deberíamos saber si el arañazo es superficial o no, ya que eso marcará el camino a seguir. Podemos definir como arañazo leve aquel que sólo afecta, como ya se ha dicho, a la laca o barniz sin alcanzar la pintura y que resultan los más comunes de todos, como también hemos mencionado. Si resulta que los arañazos de nuestro coche son profundos, no tendremos más remedio que acudir a un taller, pero si son de los superficiales, nosotros mismos podremos repararlos fácilmente.
Existen muchos productos repara arañazos, los podemos encontrar en comercios especializados e incluso con los códigos de color de nuestra pintura, aunque si el coche ya tiene unos años y siempre ha estado en la calle, puede que el tono haya perdido intensidad y no quede perfectamente. Si ha dormido en garaje es fácil que la pintura se haya visto poco afectada por el efecto del sol (se come el barniz y mata el brillo). Estos productos, estos kit repara arañazos, suelen comprender botes con un pincel aplicador del producto, los hay tipo bolígrafo que aplican resina, hay ‘cremas’ que se aplican con un trapo, productos parecidos a masillas que requieren algo más de conocimientos y prácticas y hasta una especie de tiritas. Hay donde elegir.
Además, todos tienen el mismo proceso de aplicación: se debe limpiar a conciencia la zona a tratar, a poder ser con algún producto especial para carrocerías y mucho agua, sobre todo esto último que evitará que nosotros mismos hagamos más arañazos. Una vez limpio, hay que secar igualmente a conciencia ya que sino, el producto no actuaría como debe y no serviría de nada el trabajo. Terminado el proceso de preparación de la zona, podemos delimitar dónde queremos trabajar con cinta de carrocero (se compra en tiendas especializada en automóvil, en las mismas que los productos para arañazos) y seguiremos al pie de la letra las indicaciones, sin saltarnos ni un solo paso y nunca lo haremos a pleno sol, mejor con temperaturas moderadas y a la sombra. Una vez aplicado y secado el producto, siempre, repetimos, como indican las instrucciones, pasaremos un trapo de microfibra para terminar con el acabado final y pulir un poco la zona.
Se trata de un trabajo muy sencillo que no lleva mucho tiempo ni tampoco mucho dinero, ya que los productos tienen unos precios que parten de los 8-10 euros (de aquí para arriba lo que quieras, claro) y ayudará a que nuestro coche tenga un aspecto mucho mejor.