España no es un país ‘de coches’. Es uno de los mayores fabricantes de automóviles de europa por volumen, pero no hay una cultura entorno a esta máquina especialmente asentada ni especialmente amplia. Aunque a muchos quizá les moleste y pueda sonar mal. España es un país de fútbol y todo lo que se salga de aquí suele tener poco calado. Por eso es complicado ver según qué coches por las carreteras y a pocos conductores disfrutando de conducir un automóvil en una carretera de curvas, sin que esto exima a España de ser un país ‘postureta’ donde nos gusta mucho aparentar.
También es verdad que en España el poder adquisitivo es algo menos y por tanto, la gente no se gasta tanto en el coche como ocurre en otras regiones. No es que sea malo, para nada. Tiene sus cosas buenas, como carreteras secundarias poco concurridas y un parque móvil de las fuerzas de seguridad bastante normal. Sólo fíjate por ejemplo en las típicas películas de Hollywood, donde es posible ver en acción a coches patrulla con base de Chevrolet Corvette o Chevrolet Camaro con unas enormes defensas delanteras que sí, se usan para embestir y sacar de la carretera a otro coches. La policía italiana tampoco va ‘descalza’ con varios Lamborghini en su dotación, así como un Ferrari 488 Spider incautado a la mafia y reconvertido a patrulla de policía. En Alemania tienen varios Porsche 911…