El mercado de coches de segunda mano es muy amplio, hay mucho donde elegir y no todo es bueno, hay muchas posibilidades de que nos encontramos con algún ‘cacharro’ que no de más que averías. Por eso, cuando una persona se decide a comprar un coche de segunda mano su mayor temor es lo que se conoce como ‘vicios o averías ocultas’, esas que no se aprecian a simple vista y no aparecen hasta tiempo después de haber comprado el coche.