En esto de vender un coche usado, hay algo que resulta muy llamativo: vender un coche no es gratis. Todo el mundo piensa que cuando vendemos un coche todo son ganancias, pero se olvidan de los impuestos, los desplazamientos o las posibles reparaciones (grandes o pequeñas) que tengamos que hacer para dejar el coche en perfecto estado. Vender un coche no es gratis, pero si puede salirnos muy barato.
Muchas cosas dependen de como seas con el coche; como se haya tratado, la forma de conducir, si se ha empleado combustible y lubricante de calidad. Este tipo de cosas afectan y mucho a la durabilidad del vehículo, así como al dinero que tengamos que invertir posteriormente para dejarlo en perfecto estado y obtener una buena venta. Si queremos, claro, sacar el máximo provecho. Hay quien vende el coche sin molestarse en reparar defecto o, ni siquiera, darle un lavado, llegando a pedir el mismo ‘precio de mercado’ que el resto de vendedores con vehículos en mejor estado.