¿Cuántas veces no habrá pasado que al entrar en el coche tenemos los cristales empañados o percibimos olor a humedad? En invierno muchas veces, casi todos los días. Pero esas cosas se pueden evitar y podemos hacer que el vaho y la humedad desaparezcan rápidamente. Es muy sencillo.
Este tipo de cosas suelen ocurrir principalmente en modelos con unos años a cuestas, la estanqueidad ya no es la misma por el paso del tiempo y ciertas cosas pueden estar obstruidas o sucias, como los aireadores o los filtros. En los coches modernos también pasa, ojo, pero es menos frecuente y se corrige mucho más rápido. Otro punto a tener en cuenta es que los días lluviosos, con humedad general en el ambiente, provoca que nosotros mismos traspasamos la humedad al habitáculo en la ropa y en el calzado.