La Dirección General de Tráfico se ha propuesto bajar la siniestralidad al máximo de una forma u otra y pondrán en marcha una serie de medidas que, sin embargo, llegan con algo de polémica. Uno de los principales objetivos de la DGT es reducir la velocidad y las distracciones, con especial hincapié en el uso del teléfono móvil mientras se conduce.
Así, a partir de enero de 2019, más concretamente, a partir del día 2 de enero de 2019, entra en vigor una nueva normativa que penaliza fuertemente el uso del teléfono móvil al volante y reduce la velocidad en carreteras secundarias, como mayores cambios a tener en cuenta. Todavía falta la aprobación por el Consejo de Ministros, pero nadie duda de su puesta en marcha.